5/5/2011

La Posada de Roncesvalles donde teníamos reservado el alojamiento, en recepción nos dicen que para cenar disponen del "menú del peregrino" a 10e, donde, en lugar reservado a parte del restaurante colocan a todos los peregrinos juntos en mesas circulares y que se sirve después de la misa de las 20:00, por supuesto aceptamos la proposición.
El Silo de Carlomagno y la capilla del Sancti Spiritu es lo primero que nos encontramos una vez acomodados en La Posada, nuestra intención, antes de ir a misa, es obtener el primer sello en la cartilla que nos acreditará como pregrinos en cualquier albergue y que incluye descuentos en museos o poder acogerte a los económicos menús que se sirven en todo el camino.
Vista general de la Colegiata donde se ubica el primer albergue en tierra española para los que vienen desde Saint  Jean Pied de Port al otro lado de los Pirineos, y que tienen que realizar una dura subida desde Francia.
Casi todos se dirigían hacia la iglesia poco antes de la 20:00
Una vez cruzado el arco que da entrada a la colegiata ya están los peregrinos esperando se abran las puertas para oir misa y recibir la bendición que les acompañará los días que dure su andadura.
Al final de la misa, el cura solicita que nos acerquemos al altar para extender sus bendiciones según un texto del siglo XII y que recita en todos los idiomas de los hospedados, además de todos los europeos lo hace en  japonés y coreano si así le han informado desde el albergue que hay peregrinos de esas nacionalidades.
Tal y como nos habían dicho nos reunimos para la cena, presentándonos todos con nombre y lugar de procedencia, además de españoles el peregrino más lejano era una señora de unos 60 años que venía de Méjico y que sola, estaba decidida a llegar a Santiago. En las mesas contiguas se oía hablar sobre todo en francés y algo de alemán.
Pues sí, es el kilometraje desde Roncesvalles a nuestra meta, el dia amanece perfecto para caminar, el frescor de la mañana es un aliciente más para iniar el camino.
A unos pocos metros de la salida de Roncesvalles el primer desvío nos aleja del asfalto para segir una senda segura entre el bosque y los campos de cultivo, exhuberantes de verdor en esta época del año.
Decimos adiós al lugar que dio origen al Cantar de Roldán, poema épico que narra el ataque sufrido por la retaguardia del ejército de Carlomagno en su retirada hacia Francia después del saqueo de Pamplona.